El verdadero
Yaguar
siempre procura
mejorar.
Por Pablo Barrezueta Zunino
( Pilar izquierdo)
Cada golpe de su tacle trae consigo siglos de sabiduría y meditación. Cada tacle necesita tener la fuerza y la habilidad de todos los Yaguares del pasado, que aún hoy continúan bendiciendo la lucha. Cada movimiento en combate honra los movimientos que las generaciones anteriores procuraron transmitir a través de la Tradición.
El verdader Yaguar desarrolla la belleza de sus golpes.
El verdadero Yaguar conoce el silencio que anticipa el combate importante.
Y ese silencio parece decir: "Todo se ha detenido. Es mejor olvidarse de la lucha y divertirse un poco". Los combatientes sin experiencia dejan sus armas en ese momento, y se quejan del tedio.
El verdadero Yaguar está atento al silencio; en algún lugar, algo está sucediendo. Él sabe que los terremotos destructores llegan sin previo aviso. Ya caminó por selvas durante la noche; cuando los animales no hacen ningún ruido, es que el peligro está próximo.
Mientras los otros conversan, el verdadero Yaguar se adiestra en el manejo de la ovalada, y vigila.